domingo, 31 de agosto de 2014

desde el tren. 31 de agosto. Rosario de la Virgen.





Buen día nos de Dios. Los días duran 24 horas aunque nosotros una buena parte la pasamos durmiendo porque el descanso es vital. Hoy en Villaluenga del Rosario el día dura lo mismo aunque se vive más porque estamos despiertos desde las cuatro de la madrugada en torno a nuestra Bendita Madre, Nuestra Santísima Virgen del Rosario que ha sido portada por sus hijos por la parte alta del pueblo entre el silencio y la oscuridad. De este "Rosario de las Piedras" escribiré a lo largo del día en mi blog "Sed Valientes".

Hoy es domingo, Día del Señor, hoy es el día que Cristo sale a nuestro distraído encuentro, lo hace todos los días aunque parece que nosotros solo le echamos cuenta cuando llega el último día de la semana. En la vida no podemos ni debemos ser desagradecidos y si Jesús nos señala como invitados del gran banquete que es compartir Su Sacratísimo Cuerpo no debemos desechar esta invitación que es vida, dulzura y esperanza nuestra. Hoy es domingo, un día de júbilo para todos los que amamos al Señor y por eso tenemos que demostrarlo: Primero a Él y después con nuestro comportamiento con nuestros hermanos. Que nuestro Amor por Dios se refleje con los que tenemos a nuestro lado aunque no comprendamos ni compartamos sus decisiones, actitudes o formas de actuar. Señalamos con demasiada frecuencia a ese hermano nuestro que comparte con nosotros el barco de la fe y no vemos que nosotros, en demasiadas ocasiones, no hacemos nada para que el mismo navegue y surque las aguas. Muchas veces pensamos y creemos que tú tienes la culpa de todo mientras yo soy el perfecto. ¡Hipócrita!

Dios nos quiere a todos por igual, ¿Entonces que hacemos nosotros para no querernos al menos como Él lo hace?

Cristo nos espera en la Eucaristía donde a diario, cada segundo, se dona a nosotros por nuestra Salvación. ¡¡No faltes porque al final te arrepentirás!!

Con esta imagen del "Rosario de las Piedras" en la madrugada de este domingo os deseo a todos un feliz Día del Señor. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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