Buen día nos de Dios. Las semanas van pasando con tal velocidad que no nos damos cuenta ni apreciamos lo que nos sucede en nuestro día a día. Hoy vuelve a ser Domingo, Día del Señor, y de nuevo nuestros cuerpos y almas se congregarán en torno a Jesús Eucaristía en unión y comunión con todos nuestros hermanos dispersados en la infinitud de la Tierra. Este verano no es igual a los otros porque las circunstancias del mundo está haciendo que vivamos espantados mucho de lo que nos está sucediendo. Parece que una vez que se ha aflojado los efectos de la crisis, que según dicen los políticos se han superado y se ven que ellos no pasan necesidades reales para llegar a fin de mes, nos han llegado otras donde la guerra, el odio, el rencor, la maldad, lo quiera envolver todo. Hoy domingo en Villaluenga del Rosario ha amanecido un día realmente bueno, claro,con un aire fresco que poco a poco se va templando, con un silencio y una quietud que envuelve el ánimo hasta hacerlo más dócil, más animoso, más tranquilo y observando desde la puerta abierta de mi casa el inmenso paisaje que nos rodea, conviviendo con sus gentes, llego a pensar esperanzado de que no todo está perdido, que con voluntad y poniéndonos en Manos de Dios este mundo tan hosco y vacío, lleno de tantas tinieblas y penumbras puede relucir la necesaria Paz donde todos sus habitantes seamos de una vez verdaderos hermanos. Vamos a crear un ambiente de Paz y Felicidad en nuestros círculos, ambientes, Familias porque entre todos tenemos que conseguir que en el mundo reine el Amor y que mejor que empezar por lo cercano, lo íntimo, lo familiar. Nunca olvidemos que Dios nos quiere como hijos y que somos todos hermanos y entre hermanos no existe la envidia, la ofensa, el dolor, la injusticia... Hoy en la Eucaristía ofrezcamos nuestras vidas y oraciones en hacer el Bien, en vivir el Amor como Cristo quiere que lo hagamos. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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