Buen día nos de Dios. "Cuando un amigo se va...", cantaba Alberto Cortez y en ella nos decía que el vacío no se puede llenar con la llegada de otro amigo. Hoy quiero dedicar esta reflexión a Jaime Aragón Gómez que ayer dejó este mundo para irse al encuentro del Padre dejando a su viuda, hijas, Familia y amigos, a toda una ciudad como San Fernando que llora con desconsuelo su pérdida. Fue un hombre que siempre sembró, un gran intelectual que amaba a su pueblo y a su Patria y que deja un legado escrito para la eterna posteridad aunque lo mejor que nos deja es su recuerdo de hombre bueno, generoso, entregado y humilde. ¡Todo un Caballero! Siempre nos pasa que cuando perdemos a un ser querido sentimos una aflicción que desgarra nuestro corazón y es normal que así suceda aunque para nosotros que tenemos fe sabemos que la muerte no es nada más que el necesario tránsito a la Vida. Lloramos la ausencia se nuestros seres queridos aunque sabemos que su alma ha partido hacia el anhelado Encuentro con el Padre Eterno y con Él todo es felicidad, tranquilidad, Paz y verdadera Justicia. Hoy muchos nos sentimos de luto y lloramos la ausencia del buen amigo que seguro que desea que no estemos triste pues seguro que ha alcanzado lo más deseado para nosotros estar junto a Dios. Hoy es un día de lágrimas, luto y sobre todo oración. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Jaime fué una persona MAYUSCULA , entregada a su familia y a su Isla. Hombre de caracter, inteligente, con voluntad de hierro, sano en sus costumbres y amante de los placeres sencillos y naturales. Echaré de menos su conversación y su mirada cómplice en la sonrisa fácil de su buen humor constante.
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