Buen día nos de Dios. Cómo te dijo San Pedro cuando te Transfiguraste en Elías y Moisés: ¡ Qué bien se está aquí! Ese es mi íntimo pensamiento cada vez que me pongo frente a Ti, Señor, en el Sagrario. La Paz que siento e inunda cada rincón de mi ser hace que quisiera estar horas cuando sólo puedo estar minutos. Es como sentirse en Casa, en tu verdadera Casa donde nadie te pide cuentas ni te señalan con el dedo inquisidor poniendo en relieve tus fallos, aciertos, desaciertos o lo que dejaste o no de hacer. Es sentirte Libre y Feliz ante Jesús que siempre te apoya y está a las buenas, a las malas, en la salud y en la enfermedad de alma y cuerpo. Él, y solo Él, es capaz de juzgarte en el Amor y en la Misericordia. Ante el Cuerpo de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar podría pasar la vida pues la misma se detiene en Su Presencia. ¡Ay Señor, qué bien se está Aquí Contigo! Y estando a mi lado siempre y en todo lugar se puede gozar de cualquier sitio y lugar porque estás Tú, bendito Jesús. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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