sábado, 2 de agosto de 2014

desde el tren. 2 de agosto.

Buen día nos de Dios. Se ha despertado el día frió en Villaluenga del Rosario donde a esta hora se percibe la paz y la tranquilidad que les son propias. La paz y la felicidad de espíritu no se alcanzan amasando bienes materiales, eso lo que crea es insatisfacción pues nunca se está contento con lo que se tiene, sino viviendo y disfrutando en humildad el ser un hijo muy querido de Dios Padre. El Señor nos ofrece al día todos los elementos para que seamos felices lo que pasa es que nosotros pretendemos rizar el rizo y dándole la vuelta buscamos otros afanes que tienen un tiempo limitado y una corta caducidad. El mirar a los ojos a tu marido, mujer, darle un beso a nuestros niños o mayores, disfrutar con un paseo por la playa, por la montaña, en la misma ciudad, leer, escribir, meditar, conversar, orar nos cuestan muy poco y podemos disfrutar mucho, podemos ser muy felices haciéndolo. ¿De qué me sirve tener tanto cosas en la vida si por tenerlas no disfruto ni de ellas ni de mis seres más queridos? ¿Nos vale la pena tantos sacrificios para luego, en un momento determinado de la vida, llegar arrepentirnos? Os lo digo por experiencia pues en mi pasada juventud no tenía ni tiempo ni hora para mi trabajo, para mis responsabilidades, para todo donde estaba enfrascado, tenía tiempo para todo menos para mis seres más queridos. Ahora es distinto, será por mi enfermedad, por mi intervención quirúrgica, porque Dios ha tocado en el momento oportuno mi corazón, porque en estos momentos de mi madurez pienso en dedicarle el tiempo necesario a lo profesional y a otro tipo de responsabilidades pero que no me reste tiempo para estar con mi mujer, con mi familia, con las personas que quiero y me hacen feliz, para estar un día paseando por las calles de La Isla o ensimismado mirando las montañas en mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario. Dios quiere que estemos donde estemos seamos felices y un Padre siempre quiere lo mejor para sus hijos. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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