Buen sábado Villaluenga.
Buen sábado nos dé Dios.
Hoy te he visto sonreír y me has hecho sonreír el corazón, hoy te he visto sonreír y he visto que la sonrisa, la de verdad, la que sale del corazón no es una pose, no es simple amabilidad, es la demostración de que se vive en la Felicidad.
Y hoy te he visto sonreír de nuevo como ayer como siempre porque Hetepheres por muchos frentes que podamos tener abiertos siempre nos tenemos el uno para el otro y ese es el mejor premio que nos ha podido tocar.
Hoy día que se ha jugado la Lotería de Navidad, día de ilusiones, día de decepciones, día de muchos proyectos cumplidos, día de muchos que se quedan en el tapiz hasta siempre, hoy todos hemos disfrutado de esa cantinela que nos anuncia que estamos en Navidad como son las voces de los niños de San Ildefonso, hoy...
Pero, aunque llevaba algún décimo no voy a negarlo ninguno comprado porque lo buscara sino por que los amigos me lo ofrecían, os puedo decir que no baso mi vida en la "suerte" sino en lo que Dios quiera para mí, me abandono a su voluntad y la acojo con paciencia, resignación y humildad.
Salud, dinero y amor son las tres cosas más deseadas y que en verdad ni la primera ni la tercera se pueden comprar. La salud como el amor viene de Dios por eso cuando le ponen precio se esfuma, se acaba.
De salud estoy como estoy, algunas veces bien y otras mejor no contarlo, pero con Ilusión de vivir cada instante de cada día que me regala el Señor. Por muchas molestias que pueda tener, por muchos padecimientos, hoy es un día maravilloso para vivirlo.
Y de Amor estoy lleno gracias a ti Hetepheres pues con una sonrisa tuya se apecienta mi alma y salta como cada vez la pasión. Sí, porque Amor es también Pasión pues tengamos la edad tenemos que amar a nuestra pareja con pasión porque la vida vista desde la pasión es más plena, más llena, más vida...
Y del dinero no me preocupa tanto porque Dios provee y Dios ayuda siempre a los que se dejan ayudar.
Por eso hoy cuando he visto la sonrisa de Hetepheres, he sentido que ese gesto, esa profundidad de la mirada, esa entrega sin medida no se puede pagar ni con todo el oro del gordo de Navidad porque es simplemente un inmenso regalo de Dios.
¡Feliz sábado!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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