lunes, 10 de diciembre de 2018

10 de diciembre. Verdad ante orondas mentiras.

La imagen puede contener: Jesús Rodríguez Arias, gafas

Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy me he levantado con ganas de escribir de esos que de "vez" en cuando se suben al pedestal de la soberbia en el que llevan tanto tiempo instalados donde dicen una sarta de sandeces para hacer ver lo "bueno" que son ellos y lo malos que son los demás...

Pero he decidido que no, que no tengo tiempo material para hablar de los que llevan a su vida esa diabólica práctica de "insulta que algo queda"...
En las redes sociales se ve de todo, en las redes sociales se leen cosas que por venir de algunos que dicen tener voces autorizadas ya tienen una posesión única como es la Verdad absoluta y absolutista. En las redes sociales en estos últimos tiempos solo se habla de política, que si unos, que si otros, que los de la moto...
Es que nadie ha tenido la buena idea de inundar las redes sociales, que se han convertido en un espacio más de nuestras vidas, de cosas bonitas, de buenas noticias, de hacer entre todos un lugar para la Esperanza...
El otro día hablando con una buena amiga me decía algo que yo intento llevar a cabo todos los días: Embellecer la vida y por tanto también las redes sociales.
Este mundo que es precioso regalo de Dios se ha convertido en un pudridero cuando es todo lo contrario porque está habitado por millones de personas de buena voluntad, de personas que se entregan en hacer el bien a todos sin mirar raza, sexo, condición, en personas que ofrecen literalmente sus vidas para que los demás sean felices, en personas que tienen un corazón bondadoso y prefieren mil veces dar que recibir, abrazar que ser abrazados, consolar a ser consolado, compartir en vez de vivir una vida en solitario.
Si haces el Bien generas una corriente en torno al Bien, si das sin recibir al final recibirás lo mismo o más que has dado.
La vida es otra cosa, debe serlo, porque si no estaríamos apañados.
Por eso ya no me entretengo mucho en las orondas mentiras de los memos de siempre y me fijo más en las buenas personas que no viven la vida desde un interés personal sino el de ofrecerse a los demás, hasta las últimas consecuencias, como modelo de vida.
La vida es mucho más fácil de lo que nos imaginamos pero claro es que nuestra imaginación además de estar intoxicada es bastante cortita...
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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