Buen día nos dé Dios.
Sí, pienso que la vida es mucho más fácil, más sencilla, más cómoda, que la que nos hemos construido, que la que queremos llevar a la práctica cada día.
Será porque estamos imbuidos en un bucle de consumismo que nos llega hasta ser adictos de mucho que seguro no necesitamos. Todos los año cambia la moda que rodea al mundo y nosotros con ella. Sí, queremos ese traje que nos oferta esa gran superficie y que está a buen precio porque lo hacen por miles y nos ahogamos si no tenemos el dinero suficiente para adquirir ese novedoso móvil, tablet, pc y herramienta informática que haga que en vez de navegar por las calles virtuales de la red simplemente volemos. Necesitamos el móvil, el mejor del mercado, para tenerlo todo controlado y a la vez permitir que nos controlen a nosotros.
Mirad, preferimos gastar miles de euros en un aparato tecnológico que mañana está desfasado y le regateamos dinero a un diseño exclusivo, a un artesano, a los que cuidan algo tan importante como la salud, el precio de un libro o de un cuadro así como todos los que ejercen un oficio para el que se han preparado año tras año.
Le damos valor a los que nos dicen desde todas las "pantallas", que son nuestras fuentes de información veraz, que es lo que tiene que tenerlo porque hemos perdido ese sentido humanista tan necesario donde la personas, con sus facultades, sobran si se le pone al lado de ese aparatejo que hace que la puerta se abra con solo escuchar tu voz...
Y pecamos de adictos de la fría tecnología porque en ella encontramos una "felicidad" a corto plazo donde en verdad no hay que pensar demasiado porque el mayor pecado de esta sociedad es el pensamiento libre, porque te conviertes en buscador de la verdad con argumentos y conocimientos hasta convertirte en ese paria, esa oveja perdida que no quieren venir a buscarla, porque es mejor que recorra sola su sendero que no es la vereda donde unos piensan y los demás acatan.
Pocos son los sitios que entres donde no haya un móvil encima de la mesa constantemente parpadeando, rara es la persona que en medio de una conversación no le preste atención ni para mirar la hora y raro no es ver a jóvenes y mayores que en vez de charlar miran la pantalla, cada una la suya, donde viven una vida virtual mientras están perdiendo minutos, horas, días de la vida de verdad.
¿Se puede salir de este laberinto? ¡Claro que si! Pero hay que tener predisposición para ello, hay que tener voluntad, hay que saber que es lo que en verdad quieres, lo que en verdad necesitas, lo que en verdad te sobra...
Y entonces cuando haces este necesario ejercicio de conciencia vital y espiritual y te demuestras a ti mismo que el camino que estás recorriendo no solo no te hace feliz sino que te vas ahogando poco a poco en esa ciénaga puede que sea el momento de replantearte la misma vida, escojas lo que te conviene y apuestes por ello.
Entonces y solo entonces comprobarás que menos es más para tu vida y que de esta forma puedes saborear en toda su plenitud eso que significa "la pureza de lo auténtico".
No esperes a que sea demasiado tarde para hacer lo que tengas que hacer para ser realmente Libre y Feliz.
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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