Buen día nos dé Dios.
¡Mantén tu mente ocupada y también tu vida!
Mala cosa es tener siempre la mente vacía y nada que hacer porque eso nos lleva a una pertinaz indolencia, una particular apatía, que hace que en poco tiempo nada nos interese, por nada nos involucremos, no hagamos nada de nada en nuestras vidas mientras el sopor nos va atontando y alejando poco a poco de la realidad.
Siempre se ha dicho que si quieres que alguien te ayude en algo se lo tienes que pedir al más ocupado pues ese sacará tiempo debajo de las piedras para hacerlo porque entre otras cosas está acostumbrado porque si se lo pides al que no hace nada y se dedica horas y horas a ver la televisión, leer supone un desgaste intelectual demasiado grande, ese nunca tendrá tiempo para nada pues la indolencia le habrá envuelto de forma considerable.
Siempre aconsejo el pisar el freno, el reflexionar, pero eso no es óbice para dedicarte en hacer muchas cosas. La mente y la vida vacías es vivir para nada y Dios no nos creó para que nos quedáramos sentados en el sofá y mirar las musarañas...
Si tienes trabajo, tienes que trabajar y eso ya de por sí te obliga a utilizar la mente y cuando lleguen esas horas, esos días, que no tengas nada que hacer tenemos que involucrarnos en algún proyecto que haga rentable nuestra propia existencia. En mi caso, aparte del lógico desempeño profesional, muchas de mis horas se dedican a escribir, mi gran pasión, leer, orar, reflexionar y convivir con mis semejantes de los que tanto aprendo. Me reconozco incapaz de no hacer nada, de no pensar en nada, pues os confesaré que hasta durmiendo mi cabeza está dandóle vueltas a algo con lo cual tampoco descanso como debiera pero es que yo soy así y sé que descansaré cuando definitivamente cierre los ojos a este mundo.
La vida, por muchos años que puedas vivir, es demasiado corta y por tanto estamos obligados a vivir cada día como si fuera el último, en sembrar y servir a los demás como si fuese la última cosa que hiciéramos, en orar y vivir la Eucaristía como si la vida nos fuera en ello pues en verdad nos va la vida si queremos vivir en plenitud la Vida...
Por eso te aconsejo: ¡Mantén la mente y la vida ocupada porque significará que tu vida sirve para algo!
¡Feliz viernes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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