Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Sábado frío entre el gris del cielo que a veces ilumina el mismo sol, sábado hogareño, sábado de paseo por el campo, sábado de chimenea, sábado de lectura, sábado de silencio, sábado de conversación, sábado de juegos de mesa, sábado de castañas asadas, sábado de oración, sábado de volver a encontrarse con Dios que es el Amigo que nunca falla...
Nuestra vida con nuestros días va discurriendo como los riachuelos: Algunas veces con potente caudal, con fuerza, con vigor y otras de forma más suave, poniendo música propia que suaviza el alma, que sosiega espíritus.
Sí, la vida se vive según viene y no hay un día igual, no puede haberlo porque todos son diferentes, porque todos son únicos, y también porque nosotros somos iguales pero somos también diferentes cada día de nuestros días.
Por eso no hay que quejarse tanto de la vida que nos ha tocado vivir sino ponernos a caminar, transitando el mismo con la fortaleza de un potente caudal o serpenteando tranquilamente porque de todo tiene que haber.
¡Feliz sábado!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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