Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy ha vuelto a amanecer, hoy el Señor nos ha vuelto a regalar un día más que sea como sea siempre será precioso porque es único, es exclusivo, es diferente aunque nos pueda parecer igual y además es gratis...
Acostumbrados estamos a que todo tenga un precio, a que todo se pueda comprar o vender, Dios no entra en ese juego de mercadeo tan viciado y lo da todo gratis porque Él está por encima del dinero y de los intereses que interesan.
Asqueado he quedado de tanto anuncio promocional con la campaña de ventas a lo bestia como es el "Black Friday" donde dicen que podemos comprar mucho a menos precio cosa que no es cierta del todo pero es una forma de salir de esa mercancía estancada en los almacenes.
Nos incitan a vivir una existencia donde todo están en compra-venta, donde todo tiene su justiprecio, donde todo vale lo que vale o lo que nosotros creemos que puede valer.
Por ejemplo: ¿Cuánto vale un abrazo? ¿Y un te quiero? o ¿Acompañar al ser querido en sus momentos de dolor o padecimientos? ¿Cuánto cuesta un saludo? Mucho me imagino porque escasea, ¿Cuánto nos cuesta abrir la ventana y ver amanecer? ¿Cuánto cuesta un paseo? ¿Y una conversación? ¿Y un hola, un gracias, un "te lo mereces"? ¡Nada! No nos cuesta nada pero nosotros parece haberle puesto un precio que no se rebaja ni por el dichoso "Black Friday" y escaseamos en dar y ofrecer nuestro cariño, nuestra comprensión, nuestro amor...
Pues yo os regalo esta fotografía de un precioso día desde mi Atalaya en Villaluenga del Rosario, os regalo esta reflexión, os regalo una vida compartida en intentar hacer más agradable, más bella, la vida de los que me rodean, los que de una u otra forma estamos conectados por esta ventana virtual que también es una parte importante del mundo.
¡Feliz sábado!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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