Buen día nos dé Dios.
"Mucho ayuda quién no estorba"...
Esta es una máxima que nos tendríamos que grabar a fuego en nuestras mentes porque en demasiadas ocasiones por el hecho de seguir estando en un puesto, en un cargo, en un lugar, estamos cercenando la entrada de personas válidas que seguro lo harán no solo mejor sino también desde una necesaria perspectiva diferente.
Tenemos que ser conscientes cuando y por qué llegamos a estorbar, tenemos que aprender a mantenernos en una imprescindible segundo plano pero claro que para eso hay que servir.
Eso de renovarse o morir es algo que no se tiene en cuenta en mucho sitios donde los que han detentado siempre el poder no quieren dejarlo por nada del mundo. Conozco instituciones que aglutina en los lugares de responsabilidad a siempre los mismos que ya han superado la tercera edad con diferencia pero que no consienten una necesaria renovación porque primero no están dispuestos a ceder sillón y por otro lado no consentirían que se hiciera nada nuevo que revitalizara todo. Estas entidades al final acaban abriendo las puertas para que entre aire nuevo aunque a veces es demasiado tarde.
En otro orden de cosas también están los que no sirven para el cometido que están realizando y cuya presencia supone un enojoso estorbo para el normal desarrollo de lo que hay que realizar. Este estorbo no sería tal si esa persona en cuestión se tomara más interés o si cambiara de puesto para el que puede estar más capacitado.
No podemos convertirnos en un estorbo ni aquí, ni allá, porque cuando eso sucede todo lo bueno que hagamos hecho queda difuminado en la nada pues no olvidemos que tenemos una memoria cortoplacista y un ayer glorioso se puede convertir en un hoy imposible de soportar por quienes nos tienen que aguantar por no habernos sabido ir en el momento oportuno.
Personalmente soy un firme defensor de la renovación porque sé que nadie es indispensable y será por eso que cuando he visto que mi aportación había terminado de los lugares en los que estaba implicado me he marchado justamente en ese momento en el que te recuerdan con una sonrisa. Es mejor estar en casa trabajando en tus proyectos que estorbar a propios y extraños por seguir estando por estar.
Sí, es una verdad como un templo eso de que "mucho ayuda quién no estorba".
¡Feliz jueves!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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