domingo, 4 de noviembre de 2018

4 de noviembre. Siempre Esperanza...

La imagen puede contener: montaña, cielo, nube, césped, árbol, exterior y naturaleza

Buenos días Villaluenga.

Buenos días nos dé Dios.

Hoy 4 de noviembre hace justamente un año terminaba de escribir mi Pregón de la Esperanza que el sábado 16 de diciembre de 2017 declamaría junto a la Madre y Señora delante de todos en la isleña Iglesia de San Francisco de Asís de San Fernando.

Desde que mi querido hermano David Gutiérrez Vázquez me llamara para comunicarme la decisión adoptada por la Junta de Gobierno que él preside de la Hermandad de la Expiración me puse a escribir desde la Esperanza. 

Horas y horas frente a la página en blanco que poco a poco se iba completando de palabras que conformarían el texto no de un Pregón sino de un Manifiesto de Vida, de mi vida...

En un año especialmente duro la Santísima Virgen me cubrió con su manto y me hizo degustar esa clase de Esperanza que solo conocen los que necesitan vivir bajo su cúpula.

Sí, un año justo desde que pusiera el siempre inacabado punto y final, un año desde que escribiera este texto que salió gracias a la divina inspiración y mis anhelos de saborear la Esperanza como el verdadero leimotiv de mi vida. Un texto pensado, escrito, gozado en mi eterna Atalaya de Villaluenga del Rosario.

Un Pregón cuyas palabras todavía resuenan en mi alma pues hay mucho más que sentimientos en ellas. Un Pregón que no podría contarse sin la imprescindible colaboración, su fidelidad, sus anhelos de Esperanza de mi buen hermano Manu Monti, que tuvo que presentar a un impresentable, que tuvo que presentar a un niño del Carmen siendo él de Comedias, que tuvo que presentar a un enamorado de la Esperanza como lo es él.

Estas palabras quedan guardadas en el baúl de los recuerdos cuyo lugar se encuentra en el mismo corazón y ya duerme ese sueño no tanto de los justos sino de la misma Esperanza. Este Pregón me ayudó a caminar con pasos fuertes por la vereda de la vida...

Y este año se enfrenta a la página en blanco mi querido hermano Juan Antonio Carrasco que estará sintiendo como la Esperanza inunda la vida hasta impregnarla por completo. Él será quién le dirá a la Santísima Virgen delante de todos cuál es el motivo de su Esperanza.

Hoy viendo esta fotografía de Villaluenga del Rosario, qué queréis os diga, me ha inundado de Esperanza...

¡Feliz domingo!

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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