Buen día nos dé Dios.
Pienso que la vida hay que asumirla según viene y que no hay que volverse loco pensando ni en lo que pude haber hecho, el pasado no se puede corregir, ni pensar que lo haré mañana pues no somos dueños del futuro.
Lo que debas hacer, hazlo hoy.
Hazlo ahora, hazlo sobre la marcha, hazlo porque en este justo momento puedes porque no sabemos lo que nos deparará la vida dentro de un solo segundo.
Porque al final de tanto pensar en lo que queremos o tenemos que hacer no hacemos absolutamente nada y después vienen las lamentaciones echándonos la culpa porque en menos de un santiamén nuestro aquí y ahora se convierte en pasado y este no se pude modificar por más que queramos, por más que anhelemos.
Pienso que muchas veces existe demasiada frustración porque en el momento oportuno no hemos tomado las decisiones que había que tomar. Ya sea por indolencia, por comodidad o por miedo se nos has escapado de nuevo ese tren que había que coger en marcha. Muchas veces hay que ser valiente y saltar al vagón que puede no ser el de nuestra vida pero al menos y en el mejor de los casos tendremos la certeza de haberlo intentado.
Por eso después de mi devenir en la vida, el camino que Dios ha puesto para mí, sabiendo que estoy recorriendo esta segunda oportunidad que me ha sido concedida, sabiendo que ya voy de vuelta, que los años no pasan en balde, que eres fruto de tus propios aciertos y fracasos, ahora soy de los que asumo la vida según viene, intentando hacer lo que deba en este momento justo porque el ayer hay que recordarlo con gratitud y no con resentimiento y sobre el futuro es mejor no pensar pues puede que el que hemos imaginado en verdad nunca nos llegue.
Dios tiene un trayecto vital para nosotros y lo cumple a rajatabla siendo precisamente lo que me tranquiliza y reconforta pues si de mí dependiera estaría más perdido que el barco del arroz.
¡Feliz martes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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