Buen día nos dé Dios.
Cuando observo esta fotografía cogida de la Sevadilla donde se puede vislumbrar la coquetería de un pueblo único como es Villaluenga del Rosario se me viene a la mente que ese recrearse en ese rincón es también hacerlo con la Felicidad.
La Felicidad la cual buscamos desesperadamente poniendo los ojos en mil horizontes inalcanzables cuando en realidad la tenemos muy cerca, la tenemos a nuestro lado.
La Felicidad se encuentra, se halla, en las cosas sencillas de la vida y no en grandes metas que parecen los picos de esas montañas tan lejanas que cuando llegas te encuentras feliz pero solo.
No, la Felicidad es otra cosa, es un regalo de Dios, es siempre compartir con los demás.
La Felicidad, la verdadera, se encuentran en lugares, en cosas especiales, en personas que están junto a ti...
La Felicidad es como un beso que cuando se da de corazón se recibe de la misma manera.
Quién vive en plenitud, vive Feliz y por muchos problemas, muchos dolores, muchos padecimientos, muchas incertidumbres, al final aunque estés inmerso en medio de un temporal te encuentras Feliz porque eres Feliz sin más.
La Felicidad como el Amor no se compra porque en verdad pienso que es tan valiosa que no hay oro en el mundo que pueda pagar una pizca siquiera de ella.
Por eso cuando me siento en esa plazuela, en ese rinconcito y mis ojos se fijan en los tejaditos uniformes y las casas blancas de un pueblo tan único, tan especial, como Villaluenga del Rosario me ofrece esa clase de Felicidad que habita en el corazón de un hombre Feliz.
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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