Buen día nos dé Dios.
¡Me gusta la primavera! ¿Qué le vamos hacer?
Con ella se divisa bien el color de cada cosa, todo vuelve a oler a azahar, a jazmín, el cielo es más azul, la vida es más vida.
Me gustan los días normales y corrientes más que las grandes celebraciones, me gustan los días anodinos porque son estos los que pueden sorprenderte siempre y estamos tan acostumbrados a ver, hacer y pensar siempre lo mismo que hasta nos molesta ser sorprendidos.
Qué habrá días más oscuros, fríos e incluso lluvioso..., que habrá días donde te dolerán hasta los huesos y no tendrás ganas de casi nada, que habrá día melancólicos, tristes llenos de añoranzas, que habrá días que no se te apetecerá ni levantarte... ¡Por supuesto que si! Pero debemos superarlos y superarnos porque no podemos permitirnos el perder ni un solo instante de cada día de nuestros días y más si son tan bonitos, llenos de luz, que parecen en si una explosión de color, de ese color que nos da Alegría, Esperanza, Felicidad.
¡Esto es la vida sin más ni más!
El complicarlo es cosa nuestra pues en verdad todo es más fácil, más sencillo, más cercano, más humano y a la vez más trascendental.
Y no olvides que cada día es un inmenso y único regalo que nos hace Dios, cada día es diferente al otro aunque a nuestro limitados ojos nos parezcan siempre iguales y cada día tiene su color, su sabor, su aroma...
Cada día Dios nos lo regala para vivirlo y llevar su Palabra por medio de coherencia y testimonio para alcalnzar la auténtica Vida que esa si que es en si una preciosa y única explosión de colores.
¡¡Feliz miécoles!!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo
Esta fotografía la hizo ayer Hetepheres del jazmín de nuestra casa.
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