Buen jueves nos dé Dios.
Hoy se me ha echado el tiempo encima y no me ha dado tiempo ni para pensar.
Pensar...
¿Cuántos lo hacemos? Pocos para lo que nos cuesta.
Si de vez en cuando deteniéramos el paso y nos pusiéramos a pensar en lo que hacer, en lo que decir, en proyector nuestra vida, creo que otro gallo nos cantaría.
Si en vez de hacer las cosas por impulso, según nos guste o no, sin saber si nos conviene lo hiciéramos poniendo nuestros afanes, meditando los pros y los contras, sopesando la realidad a lo mejor nos caeríamos menos veces o la caída no sería tanto por nuestra culpa.
Pensar es necesario y no hacerlo debe ser agotador pues llevarás una vida algo anodina, algo superficial, siempre igual, siempre rutinaria.
Pero a los que nos mandan no quieren que las personas se detengan a pensar, no quieren que podamos tener argumentos, no quieren que seamos en verdad libres porque a lo mejor y en el mejor de los casos contestamos sus decisiones con motivación creíbles y fidedignos.
Dios nos hace Libres pero el hombre, el no quiere la libertad para todos, prefiere tenernos cautivos y esclavos que no piensen, que no opinen, que no levanten la voz esa es la diferencia entre la Verdad y lo que representa la mentira.
El Señor no sucumbe al engaño y el hombre lo provoca.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario