Buen día nos dé Dios.
¿Por qué miramos siempre al suelo?
Nos pasamos la vida mirando el suelo y el mismo suele ser gris por lo que nuestro color de vida siempre será apagado, triste, sin luz.
Vamos caminando mirando el suelo como si nos costase alzar la vista al frente y encontrarte con los ojos de tus semejantes. Ojos donde se vislumbran alegría, preocupación, dolor, ilusión, Esperanza...
Preferimos mirar al suelo gris que hacerlo a los ojos de los demás porque eso compromete, te hace ser solidario, sentir lo que esos que están frente a ti o junto a ti están sintiendo.
Preferimos seguir mirando al suelo porque eso nos abstrae de la vida que llevamos, eso nos aisla en un mundo demasiado aislado, eso nos esconde de lo que en verdad sentimos, en verdad pensamos.
Miramos el suelo, nunca al Cielo porque al fin y al cabo vamos arrastrando nuestra Fe que poco a poco se va convirtiendo en mortecina como nosotros mismos poco a poco nos vamos muriendo.
Miramos el suelo cuando en verdad querríamos esconder la cabeza como un avestruz cualquiera.
Y mirando solo ese suelo tan gris, tan triste, tan monótono, tan desalentador, nos estamos perdiendo momentos imprescindibles, compartir camino con personas que siempre nos serán necesarias para nuestro crecimiento personal, lugares, sitios que nos envuelven de grandiosa belleza.
Te propongo una cosa para hoy: ¿Por qué no alzas la mirada? ¿Por qué no dejas de mirar el suelo?
¡Feliz miércoles!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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