Buen día nos dé Dios.
A estas alturas, para qué nos vamos a engañar, soy de esos que solo tiene una cara, soy como soy siempre y en cualquier lugar, prefiero tener una personalidad muy definida que pasar por la vida dando saltos, manteniendo el equilibrio, según convenga.
A estas alturas no esperes de mi que sea una persona incorrecta en el trato pero si correosa en la defensa de lo que creo, pienso y de quienes quiero de verdad.
A estas alturas me sigo rebelando contra las injusticias, la maldad, el engaño, la falsedad de tantos fariseos que dicen ser lo que en realidad no son ni por asomo. Me rebelo contra los que hacen mal, los que intentan destrozar vidas de sus semejantes para llevar sus cuitas a cabo. Me rebelo y ciertamente soy muy correoso hasta hacer que la Verdad resplandezca. No olvidemos el Bien siempre gana al Mal, que la mentira nunca deja coja a la Verdad que nos hace Libres.
A estas alturas soy quién soy, soy lo que soy, quiero a quienes quiero, sé los lugares que me tocan el corazón así como también he aprendido a no bajar la mirada ante nadie porque intento sobre todas las cosas estar en paz con mi propia conciencia.
A estas alturas sufro con los que sufren, lloro con los que lloran, siento las heridas de los que son heridos en cuerpo y alma por vivir desde la Bondad. Esta sociedad tan sucia que entre todos hemos creado quiere eliminar al molesto, al que hace el Bien sin mirar a quién, al que ama a Dios sobre todas las cosas, al que intenta hacer felices a todos los demás porque el demonio, de los que muchos interesadamente dudan de su existencia, anda demasiado libre, demasiado suelto...
A estas alturas me alegro más de la alegría de los demás que las mías propias, me llena de felicidad el poder hacer felices a los demás, el dar lo que tenga a cambio de absolutamente nada pues quién vive desde el interés al final no hace nada por absolutamente nadie salvo que saque algún tipo de rédito.
A estas alturas de la vida prefiero vivir en Paz con Dios que es la mejor forma de hacerlo conmigo mismo y por extensión con los demás.
A estas alturas de la vida sé en quienes puedo confiar y en quién no...
A estas alturas de la vida, en la que la madurez, los dolores, los padecimientos se entremezclan con algunas arrugas y que el mismo cabello va plateando poco a poco os confesaré que no me siento débil sino que me mantengo fuerte para seguir dando la batalla en todos los ámbitos de la vida por lo que creo, por lo que pienso, por quienes quiero y por intentar desde la ínfima parte que me toca el poner ese necesario granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor donde el Amor hecho Esperanza sea un pétreo pilar enraizado en lo más profundo de la tierra donde la maldad y quienes la practican de forma interesada y "gratuita" no encuentren su sitio...
A estas alturas de mi vida sé quién soy y reconozco que pongo mi vida en manos de Dios pues siempre nos salva y nunca nos abandona.
¡Feliz jueves!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario