Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Cuando decimos que estamos solos, que vivimos solos, que moriremos solos pienso que no nos estamos escuchando porque no es así, porque para quién tiene Fe, aunque sea un poquito, sabe que nunca se está completamente solo, que la soledad aunque pueda parecer te acompaña no se ajusta a esa realidad con la que la ves.
¿Qué es sentirse solos? ¿Abandonados? ¿Perdidos?
Quién tiene a Dios como principal valedor, quién tiene a personas que te quieren de verdad, quién sabe que también se puede donar a los demás pienso nunca sabes lo que es estar solos en su soledad.
Hay momentos de soledad que son muy necesarios para pensar, rezar a tu manera, y reecontrarte contigo mismo, analizarte, mirarte en ese espejo que tenemos todos y nos vemos tal cual somos y a lo mejor no nos gusta lo que vemos. Ahí empieza nuestra huida hacia adelante, ahí empiezas a decir que estás solo cuando en realidad es que no te quieres encontrar con la verdad, la verdad de tu vida.
Para eso hay que ser generosos, para eso hay que saber quererse, para eso hay que saber perdonarse, para eso tienes que mirarte al espejo cara a cara y decirte a ti mismo. Vale, no soy el mejor del mundo, pero Dios que es Amor vino por mí para salvarme, para perdonarme, para impregnarme de su Misericordia, para hacerme caminar por ese sendero, estrecho y muchas veces dificultoso, que lleva a la Esperanza.
¡Mírate a ese espejo, dale gracias a Dios y no me vuelvas a decir que te encuentras solo!
¡Feliz domingo!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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