Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Me gusta fijarme en esos pequeños detalles cuando transito por el camino de la vida. Me gusta ver largos y claros paseos y también me gustan las esquinas.
En una esquina puedes pararte, ver, admirar sin ser visto, sin ponerte demasiado ante los focos de cualquier protagonismo.
Algunos le gustan estar siempre en el escaparate y algunos ya preferimos situarnos en esa esquina donde puede hacer, ayudar, aconsejar pero no estar en los primeros puestos de los podios donde se dan y quitan medallas.
Bien saben los que me conocen que no soy de primeros asientos sino de la última de la última fila donde todo se ve mejor, se escucha mejor y donde ves la reacción de los que te rodean porque en la mirada y gesto de los demás hay muchas palabras contenidas que nunca serán pronunciadas.
A mí los honores, un sillón, un tratamiento, no me reportan absolutamente nada. Cuando alguien me pregunta que tratamiento tenemos siempre digo lo mismo: Jesús y Hetepheres.
A mis 48 años ya cumplidos soy más de esquinas, de último lugar, de poco escaparate donde casi todo es imagen y mucha tramoya que es donde puedes trabajar y servir mejor a los demás sin que ellos te deban nada, sin que estén eternamente agradecidos.
Dios que ve en lo escondido será al final al principio de mi Vida tras pasar por este mundo si he acertado o no en el planteamiento con el que he enfocado mi existencia.
¡Feliz sábado!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario