Buen día nos dé Dios.
¿Qué miras Enriqueta?
Muchas veces pierdo la mirada donde ella antes la ha perdido y creo que de una u otra manera los dos vemos las mismas cosas con distintos ojos y otra forma de entendimiento.
Ella mira extasiada ese mundo tan extraño que la rodea al igual que yo porque ambos nos caracterizamos por ser grandes observadores. Ella sabe quién es bueno y percibe el que no es claro. En eso todavía tengo mucho que aprender pues he basado mi vida en ser bien pensante porque conmigo no va eso de perdonar sin olvidar porque lo uno sin lo otro no funciona.
Ella me mira con ojos de Amor como si fuese su dios que es la misma intensidad que tengo cuando miro a Jesús en Presencia Viva en el Sagrario. Sé que Cristo me mira con tanto o más amor y cariño que yo lo hago con Enriqueta.
Y los dos nos gusta ponernos en nuestra particular Atalaya perdiendo la mirada en ese horizonte disfrutando de cada segundo que nos ofrece el Señor como un regalo único, exclusivo e imprescindible en nuestras vidas.
Viéndola asomada mirando fijamente lo que ella solo ve siempre le pregunto: ¿Qué miras Enriqueta?
Feliz lunes y semana.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo
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