Buen día nos dé Dios.
¡Lo que nos cuesta empezar la semana! Y más cuando tenemos la agenda de cada día completa.
Soñamos con que llegue el viernes, el fin de semana, las fiestas, las vacaciones...
Soñamos para que pasen los días y podamos hacer y disfrutar lo que nos gusta, lo que nos descansa, lo que en verdad nos hace Feliz.
Soñamos y anhelamos que pasen estos días donde la obligación es un grifo cerrado que afrontamos porque no tenemos más remedio.
¡Y es que en verdad hay demasiadas personas que no le gustan lo que tienen que hacer! Eso sucede cuando no existe vocación.
Y claro de tanto soñar que pasen los días, las semanas y los meses resulta que cuando menos nos demos cuenta también lo ha hecho la misma vida y cuando nos queremos dar cuenta nos hemos hecho tan mayores que anhelamos ese tiempo pasado, que no hemos disfrutado en su esplendor, no porque fuera mejor o peor sino porque se nos ha ido de las manos sin apenas darnos cuenta.
Vivimos una vida de la que no somos conscientes. Vivimos la vida pero no de forma plena. Vivimos nuestra vida mirando ese futuro que siempre estará por llegar y que cuando llega nos encontramos que ya nosotros mismos somos parte del pasado.
¡Nos hacemos viejos sin haber sido jóvenes!
Por eso encaremos la semana con el deseo de que llegue el viernes pero sin olvidar que hoy lunes, como mañana martes, miércoles o jueves hay mucho por hacer, mucho por vivir...
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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