Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy Jesús nos recuerda eso del que el que se humilla será enaltecido.
Jesús nos recuerda que vivir mansamente, con humildad, rehuyendo de esos afanes que nos encumbran a los ojos de los demás pero que nos destierran de vivir en la Felicidad que Dios ha preparado para nosotros, vivir en esa clase de humillación tan difícil de entender por el mundo y también por nosotros mismos hace que con el tiempo podamos vivir esa clase de Paz que solo puede venir del Señor pues tu corazón late al ritmo del mismo Dios.
Pero que difícil es no plantar cara cuando se ocupan y preocupan en empujarnos del camino, que complicado se nos hace no contestar con la misma moneda cuando somos ofendidos, humillados, pisoteados, zarandeados...
¡Quién se ríe de un hermano suyo más débil está haciendo una grave afrenta a Dios, que ve en lo escondido de los corazones, y que obra con Justicia las faltas de Misericordia!
Sólo os diré que la mejor opción de vida es Vivir en Jesús y eso nos debe hacer humildes, sencillos de razón y corazón, mansos, pues nuestra humillación no es insulto ni menosprecio sino alabanza al Padre que nos Ama a todos, a justos e injustos pero que siente predilección por los más necesitados, por los más desfavorecidos.
Cuando alguien te ofenda, te ridiculice, te menosprecie no le "pagues" con la misma moneda: Tú, calla, reza y perdona porque entonces y solo entonces habrás ganado la batalla y ya se encargará Dios de poner las cosas en su sitio.
Feliz domingo en el Señor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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