Buen día nos dé Dios.
Hoy 24 de noviembre es un día muy especial pues es el primer "cumpleaños" de mi madre sin mi madre.
Aunque pienso que su coquetería le hizo cumplirlos a su pesar pues nadie supo nunca la edad real que atesoraba. Pocos teníamos constancia de la misma y los que la sabíamos teníamos orden sumarísima de no revelarla.
No fue de apagar velas e incluso recibir regalos en este día aunque al final siempre le gustaba que nos acordáramos de ella. Fue una mujer fuerte, recia en carácter, cuidadosa y protectora. Se quedó huérfana de madre siendo muy pequeña, se quedó viuda demasiado pronto. Supo sufrír con una inmensa sonrisa y aunque sus ojos denotaran honda tristeza siempre en ellos había un halo de Esperanza.
Hoy hubiera cumplido años aunque Dios quiso que con Él estuviera para celebrarlo a lo grande. Seguro que el Cielo hoy es una fiesta.
Cuando he visto esta fotografía hecha en La Casería me he acordado como todas las mañana su padre, que es a su vez mi abuelo, por el cual que debo reconocer sentía pasión, se iba a dar un paseo después de retirarse de la alta responsabilidad que ostentaba en la Infantería de Marina en Cartagena donde estuvo años y años destinado. Recorrería media Isla, la de entonces, hasta llegar a La Casería donde se ponía a mirar el horizonte que queda mejor definido cuando se fija en la mar.
Sí, esa Casería de entonces que es la misma de ahora...
Y he querido que esta bonita imagen sea mi particular primer regalo de cumpleaños a mi madre que ya goza de esa Felicidad que solo puedo dar Dios. Esa foto de La Casería de siempre, la de ahora y la de mi abuelo Félix que fijaba la vista en ese horizonte donde habitan tantas miradas perdidas.
Hoy mi reflexión va a ti dedicada, mamá...
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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