Buen día nos dé Dios.
Piensa que los que en verdad te quieren sabrán adaptarse a tu paso, a tu momento, a tus circunstancias porque eso tiene el amor que siempre espera, no se desalienta, no te abandona, nunca pasa...
Los que en verdad te quieren sabrán esperarte a que llegues, a que con tu paso des encuentro, a que vuelvas a caminar cuando las fuerzas te fallen y tengas que sentarte en ese banco que te encuentras en tu camino.
Los que en verdad te quieren sabrán comprenderte y apoyarte, te ofrecerán siempre un abrazo, una palabra de ánimo, una mirada de consuelo.
Los que en verdad te quieren sabrán ser fieles de la única forma que admite el Amor.
Los que en verdad te quieren no juzgan ni prejuzgan, no entran en vanas críticas y tediosos chismorreos.
Los que en verdad te quieren están a las maduras y sobre todo en las duras.
Y, por suerte o por desgracia, los que en verdad te quieren son los que son y tu bien sabes sus nombres y apellidos.
No todos pueden estar en ese círculo tan reducido, no todos pueden ni saben permanecer en él por eso los que más te quieren se pueden contar con los dedos de las manos y a lo mejor incluso nos llevamos alguna que otra sorpresa.
Pero hay que tener el corazón abierto como las puertas para el que quiera marchar pueda hacerlo y el que quiera entrar sea bienvenido.
Los que en verdad te quieren saben recorrer contigo cada palmo, pisada a pisada, el camino de la vida que una vez puede ser empinada y tortuosa y otras planas y descansadas.
Y lo que tenemos que tener claro es que aunque muchas veces nos creamos solos o acompañados de esos que sabes nunca te fallan siempre contaremos con el Amor de Dios que nos quiere como sus hijos que somos y que nos lo demuestra a cada instante.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario