Buen día nos dé Dios.
Hoy, si el Señor así lo quiere, volveré a contemplar el sol, el cielo, la noche con sus estrellas como solo se admiran en mi bendita Villaluenga del Rosario donde retorna mi cuerpo porque mi corazón aunque no esté siempre permanece.
Todavía me pregunto como Dios me ha bendecido con un lugar tan único, tan especial, tan pequeño y a la vez tan grande donde me siento en Casa, donde percibo eso que tantos llaman calor de Hogar...
Su gente son buenas, hospitalarias, que siempre tienen los brazos y sus puertas abiertas de par en par para los de dentro y los de "fuera" que se entregan para servir a tan precioso lugar.
Sí, la clave es servir y no servirse, es entregar y no recibir como pago, es donar tus dones que es lo mismo que decir tu propia vida sin esperar ninguna clase de merecimiento. Todo el que hace algo desde el corazón después recibe el ciento por uno en cariño, apoyo, lealtad, amor...
Todo el que sirve desde la generosidad y altruismo a Villaluenga y tantos pueblos donde radica la base de nuestras raíces y nuestra historia recibe esa clase de cariño que haces te entregues más y más porque te sale directamente del corazón.
Servir es la clave y no servirse...
En este mundo de compra y venta que tenemos instaurado donde todo y todos piensan tener un precio, donde todo se puede comprar por el maldito interés, donde todo vale para conseguir tus fines el servir es algo que se ve incluso mal por los que imbuidos en esta ciénaga no admiten otra clase de vida.
Pero Servir es Amar y el Amor es esa llave universal que a la corta o a la larga lo abre todo hasta los corazones más petreos que nada en el fatigoso mar de la desesperanza.
Si, Servir es la clave y no otra...
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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