domingo, 12 de noviembre de 2017

12 de noviembre. Amanece un nuevo día...

La imagen puede contener: montaña, cielo, casa, árbol, exterior y naturaleza

Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Cuando amanece como amanece en Villaluenga uno solo puede decir que grande es Dios y cómo nos estamos perdiendo la vida pues no somos capaces de captarla en su inmensidad.
Hoy cuando me he asomado a la Atalaya después de una noche-madrugada en torno a la escritura he podido sentir la calidez de este otoñal domingo mientras este paisaje se abría a mi mirada.
Y es que nos pasamos tantas horas que tiene el día mirando la pantalla del móvil, del ordenador o incluso esa pantalla que ponemos delante de nuestros ojos para no ver más que lo que queremos que lo que estamos haciendo es perdernos momentos, instantes, únicos de la vida que no volverán porque a cada segundo estos tuercen la esquina para no volver jamás.
Siempre digo que las redes sociales y las nuevas tecnologías son imprescindibles cuando se les da la función que tienen pero que también hay vida, la real, la que nos está sucediendo aquí y ahora, que nos estamos perdiendo cuando nuestros ojos se parapetan ante la iluminada pantalla que poco a poco nos seca los ojos y los corazones de poder percibir momentos verdaderamente únicos.
Por eso te conmino a que vivas este día con alegría, con gratitud, con Esperanza, pues como decía una canción que le encantaba tararear a mi madre "los que se van, como los días, no volverán".
Este precioso domingo es un buen día para dedicárselo de forma especial a quienes quieres, a tu momento necesario de soledad y también para dedicar ese tiempo que a diario no "tenemos" a Dios que es el que se preocupa de que vivamos cada día como un regalo único, diferente y esencial.
¡¡FELIZ DOMINGO!!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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