Buen día nos de Dios.
Para valorar lo que tienes, lo que te rodea, lo que en verdad vale la pena en su verdadera dimensión cuanto más nos haya costado, más lo hayamos sufrido, más lágrimas de dolor o impotencia hayamos derramado, más apreciaremos lo logrado, lo conseguido.
Pero si no arriesgamos, si no luchamos por lo que en verdad creemos, si todo nos viene de "casualidad" nos acostumbramos a lo "fácil" y eso nos hace indolentes, apáticos, faltos de sensibilidad y por tanto menos valerosos para enfrentarnos a esos obstáculos que se nos presentan a diario.
Pienso que todos servimos para tiempos de bonanzas aunque cuando vienen los recios no todos sirven, no todos están facultados para aguantar el sufrimiento y la dureza de esa batalla que si no pones en manos de Dios seguro que habrá demasiadas víctimas empezando por uno mismo.
Por eso cuando cierro los ojos y veo el alto precio que he pagado por cada tramo del camino recorrido doy gracias de Dios porque sin ese peaje y todas sus consecuencias no sería el hoy soy.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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