miércoles, 27 de julio de 2016

27 de julio. La muerte no es el final...




Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Ayer cuando el sueño me vencía pude ver una información de mi querido y buen hermano Manuel Bernal López en el que nos explicaba sus sentimientos por el fallecimiento de unas de las personas que más quería. La tristeza inundó mi corazón pues sabía el dolor que estaba pasando y entoné una oración de consuelo por su alma.
Hoy me he levantado con campanas de duelo y al poco conocía que había fallecido un querido hijo del pueblo como es José Miguel Calle al cual dedico un particular artículo en sedvalientes.blogspot.com en su memoria.
En muy poco tiempo era sabedor de la tristeza, el pesar y el dolor por la muerte y la separación de personas muy cercanas, muy queridas por muchos.
Pero la muerte sin Fe es tristeza, oscuridad y el desasiego de vagar en la nada.
Cuando tenemos el privilegio de vivir el regalo de la Fe todo adquiere distinto sentido puesto que el dolor, los padecimientos y la muerte tienen significado y nos lo hizo saber con su vida, con su pasión, muerte y Resurrección el mismo Jesús.
La muerte no es el final sino el principio de nuestra Vida.
Para los que Amamos sin fisuras a Dios comprendemos que la máxima Felicidad se concentra en ese día en el que nos encontremos frente a Él que es Amor lleno de verdadera Misericordia.
Dios hace que nazca en nuestros corazones ese sentido de eternidad, de llegar a estar junto a Él, de disfrutar, si así lo merecemos, de la estancia que nos tenga preparada.
La muerte no es el final sino el principio de la Vida junto a Dios donde todo adquiere un sentido distinto, verdaderamente trascendente de nuestra propia historia personal. Y no olvidemos que nada de lo que hagamos o hemos hecho ha sido por casualidad.
Hoy es un día de pesar por la tristeza de la pérdida y de Alegría pues dos almas ya son Felices pues están con Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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