miércoles, 20 de julio de 2016

20 de julio.



Buen día nos dé Dios.
Entre el viento, el nublado de estos días, la lluvia que rompe el cielo veraniego y las altas temperaturas hacen que estemos más circunspectos y nos sintamos molesto por casi todo.
El que sufre de dolor de cabeza se le intensifica, los que estamos operados de lo que sea ni os cuento...
Estamos padeciendo unos días de julio que bien podría encuadrarse en otros del año.
Todos más cansados y por tanto malhumorados. Que si no puedo dormir, ir a la playa, dar un paseo...
Esto es verano? Es una pregunta que aparece más de la cuenta entre los comentarios.
Y aunque el tiempo no acompaña, somos nosotros los que tenemos que poner la mejor de nuestras caras al peor tiempo.
Nos toca a nosotros estar alegres, sonreír, sentir esa alegría, esa felicidad que no te la da el tiempo, el calor, el frío, las nubes o el sol sino Dios.
Qué la vida es más fácil de lo que creemos, que hacer la vida más fácil a los demás no cuesta nada.
En esta sociedad que anda en la busca continua de la felicidad y que no es capaz de encontrarla pues se basa en las cosas del mundo y porque no quieren reconocer que la alegría verdadera y la Felicidad permanente viene de la mano de Dios.
Es verdad, está nublado, hace algo de viento, el calor nos lo pone difícil pero para mí es un extraordinario día porque lo disfruto como un preciado regalo del Señor y no como quiero que parezca si lo miro con ojos finitos y mundanos.
Feliz y extraordinario día.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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