Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy es un domingo soleado y precioso, hoy que el verano luce con esta belleza por estos lares, hoy que se escucha risas y conversaciones a lo lejos, hoy que me voy enterando cosas buenas de buena gente, hoy que tengo todo en cara para estar contento no lo estoy porque hace justamente 3 años que nos dejó una persona que quería y admiraba por igual: Ignacio Bustamante Morejón.
Iba en el tren alvia hacia Santiago de Compostela y falleció en ese fatídico y poco aclarado accidente que puso el alma en un puño y las lágrimas en la mirada de todos los españoles.
Y aunque la muerte no es el final para los que creemos en Cristo que nos salvó y sigue salvando a todos por la Resurrección, hoy permitidme que esté triste, que no tenga mucho que contar y menos que escribir aunque lo que he dicho lo ha publicado en INFORMACIÓN porque quería compartir con San Fernando, después lo haré más extensivo, que hace tres años de que se nos fue Ignacio Bustamante Morejón pero que sus obras, mientras viva, no caerán en el olvido.
Hoy es un día que se entrelazan en dos colores: Verde de la Gracia y Esperanza que nos une en el Amor a Cristo y a María y negro luto porque ese duelo de final de verano se instala en el corazón de cuántos quisimos.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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