viernes, 1 de enero de 2016

1 de enero. Un 2016 lleno de Fe y Esperanza.



Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Feliz 2016 a todos y cada uno de vosotros.
El tránsito de un año a otro dura lo que se tarde en dar doce campanadas. Tantos preparativos para al final en un minuto acabar y empezar todo de nuevo.
Soy un hombre de presente que mirar de reojo al pasado para seguir aprendiendo, para no olvidar ni de donde vengo, ni quien soy, y que trabajando el día a día pienso que se puede construir un mejor futuro para todos y en especial para los que no lo tengan así como para los jóvenes que se encuentran abocados a la negritud y el hastío de la desesperanza.
Todo lo podremos hacer si en nuestra vida no nos falta dos pilares absolutamente imprescindibles: La Fe y la Esperanza.
Sin Fe, olvídate, no podremos conseguir nada de nada pues al carecer de la misma no creeremos en nada ni tampoco en nosotros mismos. La Fe es imprescindible para iniciar cada día, para levantarte, para caminar, para saber pararte, para hablar, callar, escuchar, aprender, vivir.
Fe en Dios, en los demás y en nosotros mismos.
Y Esperanza que es ver que en esta vida existen razones para seguir luchando, para que la vida no sea un pasillo oscuro, sin ventilación, sin color sino lleno de amargura.
La Esperanza se viste de verde como los montes, los prados, las hojas de los árboles y los valles.
Y el verde es luz, es alegría, es tranquilidad, es sosiego, es ímpetu para seguir caminando en pos de los objetivos marcados aunque a mitad del camino nos demos cuenta de que esos objetivos no servían pero que ya Dios se ha ocupado de ponernos en el verde tapete lo que en realidad necesitamos que muchas veces es diametralmente distinto a lo que creemos querer.
Fe y Esperanza para un nuevo año donde se tiene que trabajar para que todos tengan presente y conseguir un futuro mejor.
Fe y Esperanza para acabar con los miedos, las incertidumbres, la violencia y donde la Paz y el Perdón sean un pilar fundamental.
Fe y Esperanza en todos cada uno de nosotros porque todos somos válidos, todos tenemos algo que aportar, todos somos necesarios en esta inmensa casa que es el mundo, que es la vida.
Fe y Esperanza como tuvo María, la Madre de Dios que hoy celebramos.
Fe y Esperanza la que tiene el Señor todos los días en todos y cada uno de sus hijos porque Él mejor que nadie sabe de lo que somos capaces de dar si asumimos de verdad que la Fe y la Esperanza es el motor de nuestras vidas.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Feliz Año 2016 y roguemos a Dios y a la Santísima Virgen del Rosario que nos bendigan, cuiden, protejan y nos de Fe y Esperanza.

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