Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Siempre estamos tan atentos a lo que pasa fuera, tan dedicados a las cosas de otros que no sería mala idea que de vez en cuando miráramos para nuestro interior, barriéramos para adentro.
Barrer para adentro no es ser egoísta sino fortalecer nuestra casa, nuestra vida, nuestra fortaleza.
Barrer para adentro no es insolidario sino tener la capacidad de pensar con tranquilidad qué es lo que en verdad tu puedes hacer.
Barrer para adentro no es mirar para otro lado sino coger fuerzas para romperte la cara si hace falta para seguir luchando por lo que crees y piensas.
Barrer para adentro es preocuparte de los que siempre están junto a ti y casi nunca le echas cuenta.
Barrer para adentro es fijarte en esos pequeños detalles que llenan toda una vida.
Barrer para adentro es vivir y no hacerlo de forma introvertida, aislada sino plenamente porque cuando cultivamos nuestro interior, nuestro hogar, nuestras gentes, nuestra vida nos hace ser más desprendidos, más entregados, más valientes.
Si, hoy domingo, que es el día del Señor, os invito a barrer para adentro para limpiar vuestras "casas" de todo lo que ensucia, entorpece, vicia, anula, distrae y dejarla limpia a los ojos del Señor y de todos los hermanos pues solo ser limpios de alma y corazón podremos ayudar a los demás.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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