sábado, 16 de enero de 2016

16 de enero.




Buenos días Villaluenga.

Buen día nos de Dios.

Buen día o buena tarde porque esta reflexión de hoy la escribo cuando ya el mediodía va recorriendo su curso.

Hoy simplemente he parado el reloj que nunca llevo y he dedicado todo el tiempo a la mujer que más aguanta en ocasiones con mucha soledad mi particular apostolado, mi vocación literaria. Hoy mi mañana ha sido la de Hetepheres y a la inversa.

Es bueno parar el reloj y atender a quienes siempre están a nuestro lado que en demasiadas ocasiones no le prestamos casi atención por responder a los diversos compromisos que tenemos unos y otros.

Es bueno dar el sitio que le corresponde a quien nunca protesta, siempre anima y apoya y que en el día a día, con su particular vorágine, apenas se lo damos.

Es imprescindible cuidar, como nos cuidan, a las personas que amamos.

El Amor hay que demostrarlo, por supuesto, pero también hay que decirlo con gestos, hechos y palabras.

De amor es lo que está adoleciendo este mundo que ha puesto sus intereses en horizontes demasiados limitados donde se consigue mucho medrando, difamando, utilizando oscuras redes y manos que manejan todo a su antojo. 

Falta amor en el mundo y si falta el Amor también la Misericordia que es lo mismo que decir que entre unos y otros estamos echando a Dios de nuestras vidas aunque eso es imposible porque Él no se va ir.

Hoy he decidido para el reloj para atender lo más importante, lo imprescindible, lo esencial. ¡Sé que me comprenderéis!

Esta foto regalo de nuestro querido, buen amigo y colaborador de SED VALIENTES Tachy Barea que nos hizo hace algunos meses es la imagen que hoy más que nunca puede decir más que mil palabras.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Feliz sábado.

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