sábado, 8 de agosto de 2015

desde el tren. 7 de agosto. Hace demasiado calor...



Buen día nos de Dios. 

Sales a la calle y una bofetada de calor hace que incluso te eches para atrás. 

Está siendo un verano donde estamos soportando demasiados calores de forma continuada que parece vamos perdiendo las ganas de hasta levantarnos de la silla pues supone un esfuerzo añadido a las limitadas fuerzas que vamos teniendo por la falta incluso de descanso. 

Existen calores más abrasivos que casi nos pasan desapercibidos porque estamos en una época del año en que todo nos "resbala".

No olvidemos que el exterminio de los cristianos que están siendo masacrados en los países donde el fanatismo ha adoptado forma de religión no ha cesado aunque parezca que no pasa nada e incluso TODOS miramos para otro lado. 

No pensemos que en los países civilizados los cristianos no somos perseguidos pues nos estaríamos engañando porque está sucediendo en cualquier lugar y en este preciso instante. 

Existen demasiados intereses de determinados lobbys para dividir la Iglesia entre buenos y malos creyendo que en la misma se va a conseguir aquello de "divide y vencerás, sin pensar que aunque la conformamos personas está dirigida por Dios y contra Él nada se consigue. 

Si en vez de vender tantas armas nos dedicaramos en ayudar a los que sufren, pasan hambre, mueren enfermos y olvidados de todos porque poco a poco nos vamos convirtiendo en números en vez de personas otro gallo nos cantaría. 

Si...

Ejemplos hay tantos como cada uno en conciencia meditamos sinceramente delante del Señor. 

Y no pasa nada. Se mira hacia otro lado, nos hacemos los sordos y a otra historia que hace demasiado calor para hacer nada. 

Es mejor aprovechar las vacaciones para disfrutar al máximo según nuestras capacidades y oportunidades que dejarte pulsar el corazón por Cristo que sigue desfigurado porque lo seguimos crucificando a cada segundo. 

Y siento ser duro pero me duele el dolor de Cristo que es el dolor de nuestros hermanos. Creo que todos, sin excluir a nadie, hemos cogido un pesado mazo para clavar con nuestras propias manos las de Jesús mientras dirigíamos la vista hacia otro y Él buscaba nuestros ojos con la imponente Mirada llena de Amor y Perdón. 

No sé... ¡Será el calor! 

¿O no? ¿Tú que piensas? 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo. 

Quiero dedicar esta reflexión a mis queridos Eduardo Coto Martínez y Jesus Peña Salguero en su día. ¡Muchas felicidades!

Y también a mi querida y siempre admirada Xiskya Valladares por llevar 25 años entregada en cuerpo y alma a la Pureza de María y la misericordia del Señor.

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