domingo, 2 de agosto de 2015

desde el tren. 2 de julio.




Buenos días Villaluenga.

Buen día nos de Dios.

Hoy de es de esos domingos en los que pienso siento más que nunca la verdad gran verdad que supone "que el sol sale para todos".

El sol sale para todos y a todos nos alumbras de nuestras propias oscuridades porque nadie merece vivir permanentemente en lo sombrío de su propia negritud.

Dios es tan inmensamente generoso y bueno que nos regala todo a todos aunque algunos no quieran tomar sus regalos y se los desprecien por medio de palabras, obras e hirientes omisiones.

En esta vida hay que ser valientes además de consecuentes porque si no estamos apañados. Vivir con máscara no es ni bueno ni deseable sobre todo para el que las lleva puestas y son precisamente los que las llevan los que intentan que los rayos de sol no lleguen a tu vida para darte paz, alegría, tranquilidad. ¡Pobrecitos!

Si pensaran que cuanto más dolor creen que hacen más en Paz se siente en el alma para los "beneficiarios" de ese dolor.

La Paz de espíritu no se compra, tampoco se vende, porque es una gracia que ofrece Dios a los que lo quieren, lo escuchan, lo aman y dan hasta su propia vida por el que es el Amor de los Amores. 

A Jesús lo insultaban a diario, lo menospreciaban hasta los que eran más cercanos y lo traicionó uno de sus discípulo y Él siempre respondió con Amor y con Perdón.

En el Amor no hay engaño, en el odio y rencor todo lo es.

Por eso cuando veo los esplendorosos rayos de sol como caen del cielo azul que nos cobija como la gran cúpula que es pido y deseo que sus rayos den calor a todos los corazones y sobre todo a los que hace ya tanto tiempo se sienten tan vacíos, tan fríos, tan duros.

¡Gracias Señor por darnos Todo a todos! Esa es la gran diferencia entre Él y nosotros.

Feliz Domingo, Día del Señor.

Recibe, mi querido hermano, un fraternal abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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