Buen día nos de Dios.
El miedo es libre pero con la seguridad y fuerza a base de fe se sale de este estado.
El odio también es libre pero este por día que pasa nos va haciendo presos.
El odio puede durar toda la vida e incluso pasar de generación en generación creando y haciendo tal daño que es muy difícil el ver la realidad de las cosas.
El odio necesita ser impuesto para su propagación sea una realidad. No importa cómo se haga pues el fin siempre justifica los medios.
El odio, quien lo genera y quien habita en él es peligroso, venenoso y letal para quién vive en él.
El que recibe las bofetadas del odio suele sufrir pero si tiene un corazón noble también perdona.
No olvidemos que la principal víctima del odio es el que lleva el odio prendido en su corazón
Sólo existe un remedio para "curar" el odio: ¡¡El Amor!!
Sólo el Amor y principalmente el Amor de Dios es el mejor disolvente para quién vive instalado en este letal estado que tanto daño hace abiertamente, que tanto dolor y angustia causa y en el que hay una sola y necesaria víctima: El que odia.
Hagamos una comparación: El odio es como el intenso calor que no nos deja ni respirar por el bochorno y el Amor es una ducha de agua fría que nos limpia, refresca y nos da Paz.
No lo dudes: ¡ Vive en el Amor! Que es lo mismo que decir: ¡Vive en Cristo!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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