Buen día nos de Dios.
¡Sígueme!
Nos dice Jesús que nos espera con los brazos abiertos.
¡Sígueme! No te garantizo una vida sin complicaciones aunque plena.
No te garantizo una vida sin sufrimiento, mofa, ignominia, persecuciones, desaires y humillaciones aunque serás Feliz pues estarás llevando la Palabra del Amor de Dios a todos y no todos son depositarios ni transmisores de tanto Amor.
No te garantizo una vida donde tengas que vivir cada acontecimiento de esta terrenal vida aunque te haré comprender que tu Reino no es de este mundo.
No te garantizo que no tengas que subir escarpadas cimas aunque Yo estaré allí para ayudarte.
No te garantizo que estés exento de enfermedad, dolor e incluso muerte aunque Te demostraré que todo tiene sentido y que en Mi se encuentra la Luz y Salvación.
No te garantizo que algún día te encuentres muy solo pues muchos se han encargado de hacerte saber su desprecio aunque sabrás que siempre estaré allí contigo para ayudarte, consolarte como el Amigo que nunca Falla.
¿Me sigues? ¡Anda, sígueme!
Ante esta invitación de Jesús hay estar muy perdido para no empezar a caminar en pos de Cristo.
¿ Y tú, lo sigues?
Hoy quiero dedicar mi reflexión a mi querido hermanoMiguel Gil Romero al cual me he encontrado después de mucho, mucho tiempo. ¡Las sorpresas de Dios!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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