Buen día nos de Dios.
Hoy como siempre nos dice Jesús que muchos son los llamados y pocos los elegidos.
¿Si Cristo nos llama con portentosa voz llena de Amor nos vamos hacer los sordos?
Él que es el único que nos puede transformar por entero haciéndonos hombres y mujeres felices y plenos cuando le permitamos impregnar nuestro corazón con el Amor que tiene depositado en el suyo.
Vivir en la radicalidad del Amor de Dios es vivir entregados a todos nuestros hermanos sean quienes sean, nos quieran o no porque todos ellos son reflejo del rostro Misericordioso de Jesús.
Cuando el Señor nos llama también nos hace una oferta de caminar seguros hacia la santificación hasta que llega un momento que vives cada instante con deseos de eternidad aunque no la humana, la finita, la que nos puede ofrecer el mundo sino la eternidad que ofrece Dios a todos sus hijos que han hecho de sus vidas un fiel reflejo de sus mandatos.
Y con esos deseos de eternidad y vivir en el Amor radical de Dios hacemos de nuestro día a día un constante servir a nuestros hermanos.
Muchas veces en la soledad e intimidad del Sagrario le digo a Cristo: Sí, Jesús siento en lo más profundo de mi alma que mi Reino no es de este mundo aunque mientras esté aquí, con vosotros, seguiré trabajando por el Reino de los Cielos aquí en la tierra.
¿Y si te llama el Señor te vas hacer el sordo?
Quiero dedicar mi reflexión a mi querida, buena amiga, hermana en la Fe y la Alegría de Dios de la que tanto aprendo como es Mercedes Collantes Faz. Le doy gracias a Dios por ser como eres: Un ejemplo de coherencia y testimonio de vida y que también escuchó la llamada de Jesús.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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