Buen día nos dé Dios.
Si, el cielo está emborregado, pero quién lo desemborregará si todos estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para nada de nada...
Cuando miro el cielo entrelazado en nubes siempre me acuerdo del aquí y del ahora de nuestra vida, del mundo. Las nubes que forman una manta en el cielo en cuanto venga un poco de aire o cambie la climatología se desvanecen.
Pero, esa cortina que muchas veces tapa nuestro discurrir diario en la vida, ¿quién la podrá descorrer?
La cortina de una sociedad vacía en valores, en virtudes, vacía en sentimientos hacia el otro, hacia nosotros mismos, vacía en Fe, vacía de Amor, de Esperanza...
Esta cortina, esa manta, que no protege ni calienta sino que enfría y algunas veces nos desorienta, nos agota, pues no vemos más que lo que otros quieren que veamos.
El cielo emborregado hace que tus pensamientos fluyan y la imaginación, también los recuerdos, se disparen pero una vida emborregada está llena de límites, de fronteras, de demasiadas cortapisas, de multitud de prohibiciones para los que anhelamos sobre todas las cosas ser Libres.
Quieren cercenar el pensamiento, la creencia, la opinión, el ser simplemente tú, porque no te adecuas al sistema, a lo ordinario, a lo más general, pues entonces intentan cubrirte con una manta gruesa y acolchada donde respires lo justo, lo veas todo negro, todo limitado, todo lo que te induce a que te falte la seguridad, la confianza, el valor para hacer de ti un guiñapo, un deshecho, una personas limitada a base de miedo, se puede decir que han conseguido sus objetivos, sus metas se han logrado.
Por eso ¿Quién desemborregará nuestra vida cuando parece todo perdido?
Pues es el único que puede y tiene poder para ello: ¡Dios!
Pero claro, para eso tenemos que poner en Él nuestra confianza, para eso hay que tener Fe que solo en Dios se es verdaderamente Libre.
¡Feliz lunes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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