Buen día nos dé Dios.
Cuando aquí hace calor allí empieza el frío. ¡Ese es el mundo!
Somos lo que somos y además tenemos que contar con lo que nos envuelve, nos rodea. Nadie vive tan solo, tan alejado del mundo, como se pueda pretender. Vivir solo y alejado de todo no quiere decir que sea más Libre sino que intenta con ese modo de vivir y profundizar en su existencia.
Todos necesitamos de momentos para convivir con las personas, de vivir en compañía, de escuchar una palabra, de pronunciarlas nosotros. Hasta los más ascéticos que viven y necesitan la inmensa soledad nunca llegan a estarlo del todo y es bueno que así sea.
Siempre pienso que la soledad buscada es buena pero no la encontrada, no la que es por la fuerza. Que todos necesitamos de ratitos de soledad, de disfrutar de nuestro propio espacio, es una obviedad pero no soy yo proclive a estar solo, a encontrarme solo, pues soy de los que pienso que en la convivencia se vive mejor porque para aprender de los demás tienes que estar con ellos. La vida tiene que ser muy triste si solo nos escuchamos a nosotros mismos...
Nuestra vida es como un jardín donde las flores silvestres ofrecen belleza y dan alegrías a quienes se acercan. En nuestra vida seguro que habrá en algún momento rastrojos y malas hierbas que intentarán destrozar a las demás. De nosotros está el ir separando unas de otras pero con cuidado, arrancando lo malo que nos aqueja y mimando con buen abono nuestro terreno fértil. De nosotros depende pues tenemos que tener voluntad para hacerlo y también mucha humildad para no creernos lo que no somos y saber que siendo lo que en realidad somos ponernos en las manos de Dios que sabe qué quitar, que abonar y donde sembrar.
Y un hermoso jardín es más bonito si eres capaz de compartirlo con los demás...
¡Feliz jueves!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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