Buen día nos dé Dios.
La Amistad es más que una palabra, más que un sentimiento, es el eslabón de una cadena que forma parte de tu vida.
La Amistad verdadera, la bien entendida, no hace falta que siempre estemos uno junto al otro sino que cuando sea siempre estemos. La Amistad, que es una bendición de Dios, un inmenso regalo, debe cuidarse, mimarse, respetarse, quererse y también perdonarse porque no todos somos iguales, no todos tenemos que pensar igual, no todos tenemos que vivir de la misma manera, pero si hay que tener un corazón noble, abierto, donde la comprensión, la tolerancia, sea parte del cariño y por eso mismo forme parte de tu vida, de ese necesario día a día que todos tenemos.
Los Amigos que lo son siempre están aunque estén años sin verse, los Amigos que los son cuando están juntos parece que el tiempo se detiene porque en verdad para ellos se ha parado ya que no existen relojes que marquen las horas ni otras menudencias.
Y los Amigos son los que son y punto.
Algunos están contigo toda la vida, los menos, algunos se van incorporando en el trayecto de la vida pero todos los que son lo son de igual manera.
Después están los que un día creíste que eran amigos y nunca lo fueron. Esos son flor de un día, de una semana, de un año, y después se van como aparecieron y se te he visto ni me acuerdo. Esos nunca fueron tus amigos, nunca compartieron nada contigo salvo lo que en ese momento pudiera interesar y por eso mismo esos son los que hacen sufrir por sus traiciones, sus abandonos, pues pusiste toda la carne en el asador de la amistad para acabar simplemente achicharrado.
La Amistad, la verdadera, es una bendición de Dios y un necesario, imprescindible diría yo, eslabón en la cadena de tu propia vida.
¡Cuida a tus verdaderos Amigos que ellos cuidarán de ti!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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