Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy estoy como el día... Algo denso, cansado, con ganas de hacer simplemente lo que tengo que hacer y que es ir a mi encuentro con Jesús por medio de la Eucaristía.
Cuando te encuentras, no bajo de ánimos, sino cansado la mejor medicina, el mejor y mayor complemento vitamínico es sin lugar a dudas Jesús que se sigue entregando a cada instante a nosotros y nos ofrece su bendito Cuerpo para que entre en el mío sin más.
Dios se entrega y se hace pan que es alimento de Vida y Salvación, de Amor y Perdón que siempre nos lleva a vivir en la Esperanza.
Reconozco que con los años y también por los avatares de la enfermedad cada día que pasa estoy mucho más sensible con el dolor, los padecimientos y los sentimientos de los demás. Reconozco que cada día veo y siento más dolor en este mundo y eso me hace a mí también sufrirlo porque hay que tener empatía con los sentimientos de los demás y más cuando vienes mal dadas.
Hoy es domingo y Jesús vuelve a encontrarse conmigo como mañana lunes, el martes... y así toda la vida.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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