Buen día nos dé Dios.
En estos días en los que el intenso frío, la lluvia y la nieve azotan a España y que por tanto sentimos en primera persona siempre me acuerdo de la famosa frase que siempre he escuchado en casa: "No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista".
Todo temporal, todo río que se desboca, vuelve a su cauce. Esto pasa con el tiempo y también con las circunstancias que nos rodean en la vida. Todo vuelve a su cauce más temprano o más tarde.
En las situaciones difíciles, en los momentos delicados, sirven y mucho para saber quienes tienes a tu lado y quienes no, quienes tienes enfrente y quienes a tus espalda con la daga preparada para rajarte de arriba abajo. Desgraciadamente esto es una realidad porque forma parte de la condición humana que muchas tan inhumana es.
Pero justamente en los momentos difíciles se ve y siente bien a las claras quienes viven la fe desde una madurez que la misma contribuya a ese necesario crecimiento personal.
En estos momentos hay que dejarse abrigar por el calor y el Amor de Dios, en estos momentos lo que hacen faltas son serios discípulos y no inquisidores de la palabra que dirigen el dedo acusador a quienes creen deben arder en hogueras porque simplemente no se hacen las cosas como antes se hacían o como ellos quieren se hagan.
¡Qué pobreza de sentido cristiano!
Por eso es necesario que todo vuelva a su sitio, que volverá, porque ni el cuerpo lo resiste ni las fuerzas tampoco pero si hay que tener en cuenta que las mentiras tienen las patitas muy cortas y la verdad siempre prevalecerá cuando se disipen esos humos que nos quieren vender como la cosa más normal del mundo.
Os invito a rezar, en el abrigo de la Fe hecha Oración, se escucha a Dios y Él se encarga de ponernos en ese sendero que nos lleva a la única Verdad que nos hace Libres.
Feliz lunes y semana.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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