Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Cuando tenemos un buen día tienes que estar prevenido pues pueden venir algunos malos. Eso sucede en todos los órdenes de la vida, esto sucede y es la cosa más normal del mundo.
Reconozco que yo a esas situaciones estoy algo acostumbrado pues cuando uno se ha hecho "así mismo", como se dice, sabes que para conseguir una meta hay que lucharla y después de saborear la miel seguro que te también tienes que tragar algún que otro vaso de hiel.
Y desde la enfermedad mucho más pues soy plenamente consciente de unos días estaré bien y otros mejor no contarlos.
Pero en la salud como en enfermedad, en las tristezas como en las alegrías, en el éxito como en el fracaso, tenemos que tener ese rescoldo, esa llama, esa fuerza, que haga que no nos sentemos, que haga levantarnos cada día y saber tener los pies en el suelo, ver la vida según la perspectiva de la realidad, de lo que eres, y de ser conscientes y la humildad de reconocernos pequeños en todos los momentos de la vida.
Por eso seamos rescoldo que de siempre ese calor necesario a nuestra vida, a nuestro corazón. Para mí ese rescoldo tiene nombre y se llama Fe.
¡Feliz domingo!
Recibe mi querido hermano, un fuerte abrazo, y que Dios nos siga bendiciendo.
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