martes, 13 de febrero de 2018

13 de febrero. Espinas...

La imagen puede contener: planta, exterior y naturaleza


Buen día nos dé Dios.
La vida en su discurrir tiene mucho de espinas, secas y afiladas, que algunas veces se clavan en nuestra piel hasta llegar a rasgarla. Ese sufrimiento, ese dolor, ese padecer, se restaña cuando sanamos aunque ese dolor queda por siempre en nuestro recuerdo y es que hay recuerdos que nos llevan a la alegría y otros nos encaminan al dolor.
Pero sería muy triste si sufriéramos por nada, si nuestros padecimientos no sirvieran, si nuestras heridas no recibiesen esos puntos de sutura que son también las obras de Amor. ¿Somos capaces de ofrecer nuestras preocupaciones, nuestros padecimientos, nuestros dolores, nuestros sufrimientos para mayor gloria de Dios? Sí, porque haciéndolo el dolor no desaparece pero adquiere otro significado pues se le otorga un trascendental sentido.
Esas son las espinas que nos encontramos, que vivimos, que tenemos que hacer frente.
Y piensa que iguales a ella se clavaron en la piel de Jesús desgarrándola haciendo brotar gotas sangre que nos lavó a todos del mal, nos salvó del pecado, de morir en la muerte más oscura.
Cuando te claves una espina, aparte del intenso dolor que infringe, acuérdate de ofrecer el mismo a Dios para que así haga según su voluntad y seguro que habrá algún destinatario que se salva por medio de tu dolor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo

No hay comentarios:

Publicar un comentario