miércoles, 21 de febrero de 2018

21 de febrero. Reconozco porque lo sé...

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Buen día nos dé Dios. 

Reconozco que con los años, con la experiencia de vida, con la madurez que saboreo como dulce manjar ya no me preocupo por lo accesorio, por lo que se puede prescindir, por lo que dirán o no de mí. 

Me reconozco amigos de mis amigos, hermano de los que me sientan como hermano, coherente con lo que pienso, digo y sobre todo hago. Sé por experiencia que el tiempo es juez inexorable que da y quita razones y que por mucho que me empeñe en dar la vuelta a la tortilla si no puede ser no puede ser. 

Sé, que todos tenemos un precio, que a todos se nos puede intentar comprar, pero también sé que YO NO ESTOY EN VENTA. 

Reconozco porque lo sé que amo a Jesús, que es Dios y Hombre verdadero, que es mi mejor Amigo, mi Señor, mi eterno Compañero. 

Reconozco porque lo sé que amo a María, siempre Virgen, que es Rosario y siempre Esperanza. 

Reconozco porque lo sé que soy hijo de la Santa Madre Iglesia a la que quiero y reconozco como Madre. 

Reconozco porque lo sé que Dios me ha regalado una mujer extraordinaria, que siendo tan parecidos también somos tan diferentes, que es un corazón entregado y siempre un espíritu Libre y que tiene un nombre al cual no le hace falta ni apellidos:Hetepheres. 

Reconozco porque lo sé que todos los cargos, los tratatamientos, las distinciones, los títulos, son cosas efímeras, que duran lo que tienen que durar y que todo esto se acaba cuando dejas de servir a quienes quieren ser servidos. 

Reconozco porque lo sé que el mejor servicio que puedes hacer con los demás es tratarlos como prójimo, como hermanos. 

Reconozco porque lo sé que la Oración sin Fe no tiene mucho sentido, que para vivir la Fe lo debes hacer con todas las consecuencias, con valentía, con tu testimonio real de vida, apoyándote en la Eucaristía que es alimento que da fuerzas y sobre todo la Vida. 

Reconozco porque lo sé que la muerte no es el final, que la enfermedad, el dolor, el padecimiento, es camino que lleva a Dios. 

Reconozco porque lo sé que la vida sin Amor no es vida. 

Reconozco porque lo sé que doy gracias a Dios por teneros siempre, por estar ahí, porque la vida siempre es más fácil cuando la compartes, la vives con los demás. 

Reconozco porque lo sé que cada día que pasa estoy más orgulloso de mis orígenes, de mi cuna, de San Fernando y más enamorado de ese bendito lugar que Dios me ha regalado como es Villaluenga del Rosario donde he decidido vivir y si el Señor lo quiere también morir. 

Reconozco porque lo sé que en este tiempo cuaresmal hay que sacar los jirones de la propia piel que nos lleva a la perdición y poder así redimir nuestras faltas, culpas y pecados ante Jesús que volverá a Morir y Resucitar por todos nosotros. 

Y reconozco que esta es una reflexión muy personal, muy a corazón abierto, que quería compartirla una semana después del Miércoles de Ceniza. 

Recibe, querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Jesús Rodríguez Arias 

1 comentario:

  1. Gracias por tu caminar a nuestro lado compartiendo preciosas palabras que salen del corazon, sinceras, y dando animos!!GRACIAS HERMANO

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