Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
A veces es más que necesario el vivir sin reloj, sin mirar constantemente la hora, sin la necesidad de controlar como pasa el tiempo.
Algunas veces es necesario dejarse llevar, adivinar que hora puede ser según el sol al igual que hacían los antiguos, fijarse más en lo natural que en lo accesorio, que en lo tecnológico.
Porque al final nos convertimos en dependientes de y no podemos vivir sin el artilugio en el que proyectemos nuestras vidas.
No hay nada más triste que estar en una reunión varios amigos y en vez de charlar y compartir se encuentren mirando el móvil porque les interesa más lo que se ofrece en Tombuctú que lo que está pasando delante suya.
Miramos y pasamos horas mirando un catálogo, esperando colas, para adquirir ese instrumento que es tan tecnológicamente avanzado como verdaderamente innecesario en nuestras vidas.
Estamos sobrecargados de información de la buena y de la menos buena, estamos más controlados que nunca pues desde que encendemos el móvil o el ordenador ya saben donde estamos y que estamos haciendo en este mundo tan globalizado y tan tecnológico que habitamos.
Nos hemos vuelto tan "controladores" porque han creado sobre nosotros una necesidad que antes no había.
Debemos hacer un uso racional de lo que manejamos pero no de forma adictiva pues en verdad no es tan necesario porque lo virtual, que es muy importante si se sabe guiar hacia el Bien, no es igual que lo personal, que tú a tú.
Utilicemos todo lo que al día lo hacemos para hacer el Bien, para Evangelizar, para llenar de Dios la red de redes que es lo digital, que es lo virtual.
Y no estemos tan pendiente de la hora que es sino de cómo está quienes nos rodean, de lo inmenso que nos rodea y que no nos fijamos porque tenemos centrada nuestra atención en el dichoso móvil.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario