Buen día nos dé Dios.
Cuando conmocionados y llenos de estupor ante los ataques terroristas que los yihadistas han perpetrado en Barcelona, en Cataluña y por tanto España entera, cuando nos agria los sentimientos tanto dolor, tanta impotencia ante el odio fanático de unos elementos que demuestran a diario no tener entrañas, cuando millones de mensajes se expanden por la red cada segundo donde cada uno muestra más o menos a las claras su sentir, cuando ya este final de verano no será olvidado en la vida...
Cuando todavía colea la torpeza política que manifiesta una seria ineptitud del equipo de gobierno municipal de Jerez de la Frontera que ha querido quitar del calendario festivo oficial el día de la Virgen de la Merced que es la Patrona para trasladarla el próximo año a la Feria, cuando este hecho me ha recordado a La Isla de mi infancia cuando hace ya algunos años a unas "mentes iluminada" se le ocurrió el trasladar como día festivo el de los Copatronos, San Servando y San Germán, por el de las Cortes constituyentes que según parecía se iba a convertir en la panacea y la realidad es, penosamente, muy distinta.
Ante tanto y tanto desacierto y falta de Esperanza yo hoy quiero realzar la Amistad.
Sí, la Amistad verdadera, la que surge desde el corazón, la que crece y madura como el buen vino según pasa el tiempo, la que está en lo bueno y sobre todo en lo malo, la que se mantiene por años que pasen aunque en realidad se vean muy poco. Esa es la Amistad que quiero, que pretendo, que ofrezco.
Por eso dicen que los buenos amigos son tan escasos pero os diré que como el mejor de los perfumes la Amistad también ha de venir en tarro pequeño.
Reconozco, y doy gracias a Dios por ello, que tengo muy buenos Amigos, demasiados conocidos y otros que si te he visto no me acuerdo.
También mantengo en nómina quién no me quiere, que incluso me detesta y cuando me ven se cambian de acera, giran la vista o enmudecen. De todo debe haber en la Viña del Señor.
Por eso mismo, porque el día no es bueno, vengo a realzar el buen sentido de la Amistad porque si nos perdemos sólo en lo nefasto de este mundo sin valorar a quienes tenemos junto a nosotros además de unos desagradecidos seremos infinitamente infelices y Dios no quiere eso para nosotros.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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